Sábado, 12 de diciembre de 2020. Madrid está cercado y Europa está a las puertas de la tercera oleada de la pandemia. Unos pocos valientes que deciden hacer un homenaje a un personaje relegado de la memoria colectiva engalanan un local para la celebración. La firmeza espiritual de Yukio Mishima resuena en las paredes como un murmullo interior que vaticina el éxito.
Aforo completo para recordar el cincuenta aniversario del sacrificio ritual del mejor escritor japonés de los últimos siglos. En ningún otro punto del planeta han decidido honrarle. Los chicos españoles, sin embargo, han hecho lo posible por hacer gozar los sentidos de los allí presentes. Logran dar cabida a lo más relevante de la biografía, literatura, filmografía y música que acoge la figura de Mishima. Una jornada de formación y de disfrute coherentes.
No hace falta explicar con palabras lo que se puede realizar por vía de la acción. Tú nos has enseñado eso. Como bien escribiste: «La vida es corta, pero yo quiero vivir para siempre». Lo primero se cumplió. De lo segundo, nos encargaremos nosotros.