Los programas ‘Yu’ en Vodafone y ‘La Resistencia’ en Movistar+ son dos testimonios precisos, de otros tantos que existen, que permiten abordar la cuestión de la conquista cultural (del entretenimiento). Ambos destacan por emplear la música, el cine y el humor como elementos de gravitación y atracción, sesiones que son seguidas por miles de jóvenes “followers”. Asimismo los principios de los dos programas destacan por una filiación ideológica bien encuadrada y con los objetivos perfilados (tanto por sus presentadores como por sus invitados). Lo que suele pasar más desapercibido, es que el uno y el otro son patrocinados por multinacionales. Insistimos: mul-ti-na-cio-na-les. Esta relación con grandes medios de comunicación acaba generando un claro resultado, con sujetos que piensan con valores de ‘izquierdas’, pero que viven con principios de ‘derechas’ por las circunstancias de la realidad capitalista que impera (si es que esta polaridad se puede mantener aún). Auténticos ‘zombies’ que deambulan por un mundo con cada vez menos supervivientes.
Y a última hora se suma un estreno reciente de Mediaset España (Telecinco), con la película ‘Adú’ que trata sobre… tachán, tachán… ¡inmigración! Uno de los principales emporios privados de la comunicación, mercado puro y duro, nada de cine independiente, alineados con los valores progresistas. Canal que, no está de más recordar, también produce programas como ‘Gran Hermano’ y ‘La isla de las tentaciones’ por señalar solo algunas de sus principales ‘perlas’.
Que a nadie se le escape: no existe la neutralidad. En caso contrario, tendríamos películas abundando nuestras salas de cine sobre los efectos, sobre lo que pasa después de cruzar el ‘Estrecho’, más allá de la visión paradisiaca e irreal que siempre nos ofrecen. Y si aún te quedan dudas, puedes seguir el Proyecto ‘social’ de Mediaset España, ‘12 Meses, 12 causas’ con su rabioso apoyo a opiniones pro-inmigración en su campaña sobre refugiados en Etiopía:
¿Combate cultural? Nuestro objetivo.
¿Neutralidad? Su mediocridad.
¿Solidarios con la inmigración? Sí, pero no idiotas.
